Andrés Castro
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SAN JOSÉ. En tiempos de virtualidad, las estafas por medios digitales están a la orden del día. Si usted acostumbra hacer transferencias bancarias que tienen por destino otro país, tome nota de algunos indicadores que le permitirán identificar un posible fraude.
Tanto a empresas como clientes físicos que utilizan los servicios internacionales, el Banco Nacional les recomienda estar muy atentos. Entre las situaciones está, por ejemplo, si el beneficiario pide cambiar la instrucción de la transferencia a otro número de cuenta, ya sea en el mismo banco o uno diferente.
Otra situación se presenta cuando la dirección de correo electrónico de quien proviene la instrucción no es exactamente igual a la dirección de correo por la que siempre se comunica con su contraparte en el exterior.
Lo anterior, puede verse al notar un carácter adicional, un carácter diferente, o similar en la cuenta de correo, si tiene errores ortográficos, que soliciten ingresar a algún enlace o imagen, e incluso que la comunicación tenga un sentido de urgencia.
Algo simple, pero que igualmente ocurre, es cuando se suministra un código SWIFT diferente al que siempre remiten la transferencia. También, si la dirección del beneficiario es diferente al país de la cuenta del banco, a la que se les está solicitando enviar los fondos.
Puede ocurrir que el banco del beneficiario sea diferente al país donde radica la persona beneficiaria. Igualmente, cuando los formatos de colores o tipografía de letra están diferentes a la documentación que siempre les remite el proveedor.
Existen dos formas comunes mediante las cuales suelen cometerse el engaño: usando una dirección de correo falsa, pero que es muy similar a la original, y también en los casos que las claves de la cuenta original están en manos de los delincuentes, luego estos envían correos con instrucciones fraudulentas.
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