Las abejas melíferas y otros polinizadores

abejas
abejas mieleras

Francisco Guido Cruz, Sociólogo                              

SAN RAMÓN. Con motivo de la celebración del 20 de mayo como “Día Mundial de las Abejas”, el Concejo Municipal de San Ramón ha tomado algunas iniciativas que son de gran trascendencia para un proceso de conocimiento y concientización sobre la importancia de las abejas y demás polinizadores. Para ello, este Concejo Municipal fue el primero en declarar a nuestro cantón como “Cantón amigo de las abejas”. También en nuestro Parque Central se pueden observar los “Hoteles para las abejas”. Si bien estas son pequeñas acciones, es un buen comienzo, debido a que la conservación de las abejas y otros polinizadores es una necesidad prioritaria para el mantenimiento de la salud de las personas y del planeta tierra, ya que ayudan a salvaguardar la biodiversidad y contribuyen con la seguridad alimentaria y la nutrición de la población humana de todo el mundo.

La polinización realizada por estos insectos y algunos otros animales, constituye un proceso fundamental en los ecosistemas terrestres, tanto los naturales como los gestionados por el hombre. La gran mayoría de las plantas floríferas solo producen semillas o frutos si los animales polinizadores transportan el polen de las anteras a los estigmas de sus flores.

Según Informes de la FAO, la gran mayoría de los polinizadores son silvestres, incluidas más de 200.000 especies de abejas. También señala que 3 de cada 4 cultivos que producen frutos o semillas para consumo humano, dependen de los polinizadores, además de que estos son indispensables para la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo.

Igualmente, la FAO señala que aproximadamente el 80% de las plantas floríferas están especialmente preparadas para ser polinizadas por animales, fundamentalmente insectos, y representan el 35% de la producción mundial de alimentos. Pero los polinizadores están en peligro, principalmente por las actividades antrópicas (realizadas por el hombre), ya que se dispone de investigaciones científicas que dan cuenta que en los últimos 10 años, diversos tipos de polinizadores se han disminuido hasta en un 30%, dándose un porcentaje similar en la disminución de la producción agrícola, tanto en cantidad como en calidad. Los principales polinizadores que existen son: las abejas, hormigas, moscas de las flores, mariposas, abejorros (chiquizá), avispas, mosquitos, escarabajos, colibríes, murciélagos, babosas, ratas del arroz, entre otros.

Gracias a la producción de conocimiento científico de biólogos, agrónomos, entomólogos y otros investigadores afines, hoy sabemos cuáles son los factores que afectan negativamente la protección y conservación de los polinizadores. Entre estos factores se tienen: el calentamiento global, el cambio climático (cambios en las temperaturas y las precipitaciones), la contaminación ambiental, la pérdida de biodiversidad, la alteración -destrucción y eliminación del hábitat, la introducción de especies exóticas invasoras, el uso de agroquímicos prohibidos, prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso del suelo, la deforestación, los incendios forestales, la desertificación, los monocultivos, las enfermedades, las plagas y la iluminación nocturna, entre otros.

Como podemos observar, la mayoría de estos factores tienen sus causas en actividades realizadas por el hombre. Por tanto, si la mayoría de estos factores que afectan a los polinizadores son causados por la acción humana, los mismos humanos podríamos revertir esta situación.

La ONU también propone acciones que ayuden a proteger los polinizadores. Se trata precisamente de eliminar o al menos disminuir progresivamente la mayoría de estas prácticas negativas señaladas. También, tanto las poblaciones de polinizadores silvestres como las gestionadas, necesitan de un hábitat y de recursos forrajeros para sobrevivir y reproducirse. De esta forma, los agricultores pueden colaborar con los polinizadores con acciones básicas tales como, establecer prácticas de cultivo amigables con los polinizadores nativos, cultivar franjas de vegetación nativa que ofrezcan recursos alimenticios y de nidificación, ubicadas entre franjas del cultivo, en los bordes del mismo o en las cercas vivas, de manera que se ofrezcan alimentos y recursos de nidificación durante todo el año.  Igualmente, los apicultores pueden colaborar con una flora melífera, para que también las abejas dispongan de floración la mayor parte del año.

Como se puede observar, la conservación de los polinizadores es una práctica prioritaria si queremos evitar grandes hambrunas. Pero si bien la mayoría de agricultores algo saben sobre la polinización, no le dan la importancia que se merece porque es una función que no tienen que realizar (salvo algunas excepciones), que no les cuesta tiempo ni dinero y que lo ven como un aporte natural de estos insectos.

Como recomendación, para que la Municipalidad continue con estas iniciativas, existe la posibilidad de que se active el proyecto de la Oficina Municipal de Asuntos Agropecuarios y Ambientales, aprobada en la Administración anterior, dando énfasis a la protección de los polinizadores por medio de la capacitación a agricultores, organizaciones de agricultores, agentes de extensión, instituciones educativas; así como estimular la investigación científica en las universidades con presencia en el cantón para aumentar el conocimiento y mejorar las prácticas de una agricultura sostenible.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*