
Andrés Castro
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ALAJUELA. La actual junta directiva de la Liga Deportiva Alajuelense quiere un nuevo estadio. Eso implicaría dejar de usar el Estadio Alejandro Morera Soto o “La Catedral” como es conocido.
El 2019 será un año transcendental para la institución. Actualmente se está analizando la conveniencia de construir un nuevo recinto; dependerá en gran parte de la administración municipal, que analiza si es factible comprar el Morera Soto.
Cualquiera que sea desenlace del proyecto, el escenario tiene una historia que merece ser contada.
“Se empezó en los años 30 a buscar un terreno (…) coincide con la construcción del entonces nuevo Estadio Nacional, durante la administración del Dr. Calderón Guardia; se desmantela la gradería antigua que era de madera y don Alberto Bolaños, presidente del equipo, gestiona la donación del gobierno de esa gradería”, recordó Ronald Castro, investigador histórico.
El estadio fue inaugurado el 18 de enero de 1942. Por muchos años contó con la gradería donada, en el sector oeste (actualmente gradería sol).
“Es muy común escuchar que uno de los grandes aciertos fue comprar un cafetal, porque la tierra es fértil, está bien abonada. El zacate que se daba en aquel tiempo era muy bueno. Por años, fue considerada una de las mejores canchas del país. Víctor Soto y Alberto Bolaños fueron los encargados de supervisar la preparación de los terrenos”.
“El tema de ¨La Catedral¨ es algo relacionado con la identidad alajuelense, desde el siglo XIX tenemos una muy feliz costumbre de enterrar en sitios públicos los corazones de las personas que hemos considerado referentes. No es casualidad que en La Catedral (iglesia), estén enterrados dos corazones: el de Tomás Guardia (1882) y León Cortés (1946). El tercer corazón que se sepulta en un espacio público es el de Alejandro Morera a mediados de los 90. Por ese acto de depositar el corazón de él en el estadio, por comparación y extensión, se le empieza a llamar así”.
Otras versiones indican que se debe a que ahí se practica el “deporte rey” y es un espacio en que se dan cátedras de fútbol.