Qué bueno es poder contar con amigos, esas personas que se convierten en consejeros, en guías y muchas veces simplemente escuchan nuestras situaciones sin juzgar ni decir nada, nada mas escuchan.
¿Pero como poder diferenciar entre una simple amistad y un verdadero amigo?
Una amistad siempre estará solo en los buenos momentos, solo cuando es alegría y fiesta, cuando el dinero no escasee, cuando todo aparenta estar bien.
Pero los amigos siempre los encontraremos en los momentos más oscuros de nuestra historia, cuando creemos que todo se acaba y no vemos la luz, son esas personas que con solo una mirada y un abraso pueden reconfortarnos en gran manera, los que nos dicen lo que estamos haciendo mal, no para hacernos sentir mal sino para recapacitemos y podamos corregirnos y todo lo hacen con amor, son los que comparten nuestras alegrías pero también lloran nuestras tristezas junto a nosotros.
Contar con este tipo de personas es una gran bendición para nuestras vidas, porque nos ayudan a crecer y nos acompañan en el proceso, el simple hecho de saber que contamos con amigos verdaderos nos da seguridad en nuestro diario vivir, analicemos hoy nuestra vida y reconozcamos quienes son esos amigos y cuidémosles como a nuestra propia vida porque son un gran tesoro.
PROV 18:24 “EL HOMBRE QUE TIENE AMIGOS HA DE MOSTRARSE AMIGO; Y AMIOGO HAY MAS UNIDO QUE UN HERMANO.”