Laura Herrera Guerrero,
hija y madre adoptiva.
Cuando hablamos de adopción, pensamos en el término AMOR, como fundamento de la decisión que tomamos. Deseo destacar tres de los puntos esenciales que caracterizan el amor en la adopción:
• El amor es sufrido, se pasa por un duelo y una etapa de aceptación al renunciar completamente a la maternidad o paternidad biológica.
• Se sufre también en la espera que a veces se prolonga por la burocracia de este país, es una constante en nuestros pensamientos el saber dónde y cómo estará nuestro hijo.
• Y cuando llegó se sufre al sentir que fallamos como padres o al no poder comprender la realidad de nuestro hijo.
Ubiquemos en el primer punto, donde el duelo forma parte esencial de la aceptación de mí o de nuestra condición, es en este punto donde aprendemos a valorar la vida desde otro punto de vista, ahora formamos parte de una minoría, los que no pudieron engendrar de forma natural, será que esto nos hace menos personas, luchemos estimados lectores por erradicar estos pensamientos de nuestra sociedad ya que aunque nuestros hijos no nacieron respetando la biología nacieron de un amor infinito que rompió esquemas. Y que más hermoso ejemplo el de nuestro Señor Jesús quién fue adoptado por José su padre, mientras cumplió su misión terrenal.
Del segundo punto el largo y angustioso proceso que algunas veces se vive en la adopción, donde los padres adoptivos a diferencia de los biológicos son evaluados exhaustivamente, pasados muchas veces por procesos de reclutamiento, así como evaluación exhaustiva de sentimientos que muchas veces se pueden ver traicionados por la ansiedad y nervios que genera el ser evaluados. La espera debe convertirse en un periodo de preparación, no sólo económicamente sino espiritual ya que llegará nuestro hijo a iniciar un largo recorrido junto a unos padres que lo han esperado, de ahí que no escatimemos en instruirnos o prepararnos para enfrentar esta nueva etapa de nuestras vidas.
El gran día llegó, ahora nos sentimos un poco nerviosos ya que aunque tuvimos mucho tiempo para prepararnos, nos vamos a enfrentar con la realidad, dejaremos de soñar con ese día e iniciaremos el camino de la maternidad y paternidad que seguro estará lleno de sorpresas algunas de ellas muy hermosas y otras no tanto, pero tengamos plena seguridad de la mano del Señor saldremos victoriosos. Sin embargo es determinante comprender que este camino nos aportará gran parte de nuestra realización personal y familiar; debemos ser conscientes y aceptar con serenidad que viviremos momentos de mucha tensión y que quizás a veces podríamos dudar de la decisión tomada, pero es necesario aprender a sentir con libertad, no negar lo que sentimos sino más bien comunicarlo a nuestro compañero (a) para lograr así sentirnos apoyados, pero también seremos mesurosos para reaccionar ya que podemos dañar a la persona que tanto esperamos y a quien deseamos tanto que de igual manera está sufriendo un cambio de 180° y por supuesto tiene menos herramientas que nosotros para enfrentarlo, es por esto que tener la claridad que somos nosotros sus padres y que seremos una familia por siempre es una seguridad que hará de nuestro hijo un hombre y mujer seguros y llenos de amor.
Asociación de Padres Adoptivos Hijos Nacidos del Corazón
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