Es común ver que cuando se acerca diciembre y afloran los vientos navideños, también afloran en las personas diferentes sentimientos y emociones que sucumben en estados de tristeza, de alegría, de abandono, de dolor, de esperanza y desesperanza hasta llegar inclusive a estados más graves como la depresión, que se manifiesta con desánimo, pocos deseos de salir, insomnio, irritabilidad entre otros.
¿Por qué sucede? O más bien, qué es lo que provoca en el ser humano todas estas emociones y sentimientos en esta época del año?
Navidad es sinónimo de celebración del nacimiento del Niño Jesús que nos trae amor y paz y por consiguiente alegría. Las personas lo celebran de muy distintas formas según su modo de vivir, dándoles el sentido que se quiera, pero hay circunstancias que hacen más difícil enfrentar las fiestas de fin de año, pues es una época de mucho desorden emocional y se unen varios factores que influyen negativamente.
¿A quienes les afecta? Aquellos que viven lejos del país, aquellos quienes no tienen pareja, aquellos cuyos hijos se han ido del “nido”, para los que están enojados con la familia, para los que han perdido un ser querido, un familiar en la cárcel, en un hospital, un divorcio, la falta de dinero o los que enfrentan una enfermedad.
Es importante en primera instancia reconocer cual es la emoción que prevalece en el corazón, y permitirse dejar que brote sin querer, sin temor a sentir culpa por lo que le está sucediendo.
Como el dolor se intensifica en esta época del año, se hace necesario expresar el sentimiento, darse un espacio para llorar, y que los demás aprendan a escuchar, no juzgar ni obligar a la persona a olvidar y no forzar a que asista a las celebraciones. Hablar del problema puede ser una gran terapia para aliviar el dolor que vive en ese momento. También se recomienda hacer una lista de todas las cosas buenas que le rodean y enfocarse en ellas.
Los familiares son un pilar importante en el acompañamiento en momentos difíciles en esta época del año, atentos a brindar un abrazo y acompañar cuando la situación lo amerite. Lo ideal es buscar ayuda psicológica de darse un cambio notorio en el comportamiento.
Licda Maritza Alfaro Varela
Psicóloga
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