Al estar acabando un año y estar a punto de comenzar otro nos topamos con un buen momento de analizar nuestra vida desde todas las aristas , vida de familia, vida en pareja, trabajo, amigos; es definitivamente el momento oportuno.
En estos últimos meses he estado escribiendo sobre diferentes fundaciones que hacen su aporte a nuestra sociedad desde la salud, deporte, naturaleza; pero antes de continuar promoviendo otras fundaciones me quiero detener a pensar que hemos hecho durante este año para ayudar a tener un mundo mejor, más ecológico, más seguro, más humano, más feliz; acaso no deseamos ser felices y eso es lo que buscamos de diferentes formas y las fundaciones son expresiones de este sentir, como decía la beata, madre Teresa de Calcuta: “No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz”.
Tal vez sea ya el momento de tomar una posición activa más permanente de frente a nuestra sociedad, posiblemente diga usted, como algunas veces lo he dicho yo, que nuestra vida privada y en familia es mucho más importante que andar perdiendo el tiempo en grupos o acciones de la calle, la verdad es que no hace falta estar participando en un grupo para realizar obras de corte social, sin embargo estar en un grupo, fundación o cualquier ONG ayuda a llevar un impulso extra para lograr los objetivos ya que cuentan con gente capacitada, objetivos definidos y enlaces que llevan a lograrlos.
Hay personas que han llegado con todo el interés de colaborar desde ciertas fundaciones y se han topado con dirigentes, desordenados, no hay ideas claras y a fin de cuentas los fondos no se ven que se concreten en las acciones que ellos anuncian. Si se topa con una así, no se calle y se vaya desmotivado a su casa, denúnciela, ya sea en la municipalidad, ministerio público o con la institución con la que dice colaborar.
Mientras tanto siga averiguando de cómo puede dejar fluir su carisma natural de colaborar y ser parte de un todo de una casa común llamada Costa Rica o por qué no, planeta tierra, nuestras acciones marcan nuestro entorno y aunque no lo veamos en vida, tendrá frutos.
Gracias a los colaboradores de las diferentes fundaciones que están haciendo las cosas bien, sigan adelante con su valioso aporte, sigan contagiando de ganas de darse al prójimo sin esperar tanto recibir sino dar sabiendo que la satisfacción interior lo premia todo.
Gracias a todos los amigos y amigas lectores del Sol de Occidente, que tengan felices fiestas y aprovechen a ejercitarse en un poco de labor social humanitaria, nos vemos, si Dios quiere el año que viene con más información sobre fundaciones que les puedan interesar.