Mariela Solórzano.
El bullying, también conocido como acoso escolar, es una de las situaciones más duras con las que se pueden encontrar los menores hoy día en las escuelas.
Este acoso, va desde maltrato físico, psicológico o verbal y se da durante un tiempo prolongado, lo cual, según Marjorie Salas, psicóloga que ha tratado este tipo de casos, provoca que los niños quieran abandonar la escuela, se sientan deprimidos, muy ansiosos, con ataques de pánico e incluso agresivos.
Por ejemplo, Salas explicó que las personas menores de edad que sufren “bullying” tienden a ser sumisas, o se les dificulta poner límites en sus relaciones, por lo cual necesitan fortalecer la autoestima, y aprender sobre sus derechos.
El papel de los padres de familia ante esta situación es primordial, explicó esta psicóloga, ya que un niño que sufra de acoso requiere de la ayuda de los adultos que están a su alrededor, quienes tienen la responsabilidad de guiarlos y protegerlos.
Salas explicó además que los niños responsables de realizar este tipo de acoso suelen ser líderes que generan que los demás los sigan con sus discursos o conductas, tienden a ser agresivos, impulsivos, dominantes, tienen problemas para controlar la ira, les cuesta respetar a la autoridad y transgreden normas.
“También, pueden presentar baja autoestima, problemas a nivel académico y tienen poco o nada interés por el estudio” expresó.
Para esta psicóloga, por lo general estos niños mencionan no saber por qué se comportan de esa manera y explican que les es difícil a veces mejorar estas formas de comportarse con las personas a su alrededor, por lo que es importante que sean atendidos a tiempo.
Centros educativos implementan programas para atacar el “bullying”
Los casos de “Bullying” que se presentan en los centros educativos, pusieron en alerta a las autoridades de educación, por lo que buscaron implementar un protocolo para la atención de situaciones de violencia en las escuelas.
Según explicó, la Asesora de Orientación de la Dirección Regional Occidente, Shirley Conejo, desde el año 2011 se vienen ejecutando algunas acciones, por ejemplo explicó esta orientadora, en cada institución se creó un grupo conformado por el director (a) de la institución, un docente, el orientador y dos estudiantes, encargados de trabajar diferentes proyectos de prevención del matonismo, entre otras.
Asimismo la asesora en orientación explicó que algunos casos de matonismo o “bullying” requieren de un mayor seguimiento, es por esto que se requiere de apoyo inter-institucional con instituciones como el PANI, Tribunales de Justicia y la CCSS. En cuanto a la preparación que deben tener los educadores que tienen casos de acoso, Conejo explicó que se capacitan los supervisores y directores de los centros educativos, quienes son lo que deben preparar a los docentes.
Una de las mayores preocupaciones para atender el acoso en las escuelas, es que se cuenta con muy poco profesional en orientación, según Conejo la lección guía no está contemplada en el horario y los proyectos enfocados en atacar el acoso deben de ser desarrollados en forma transversal a las lecciones, por lo que se deben suspender las clases académicas para implementarlas.
“Solamente 19 escuela de casi 200 de la región de occidente, cuenta con profesional en orientación. Con ello se puede decir que no se lleva una estadística formal de ausentismo por “bullying” debido a la falta de recurso humano”, expresó la especialista.
Cuando un niño sufre de acoso escolar, lo primera recomendación que deben de tomar en cuenta los padres de familia es ponerse en contacto con el docente, quienes son en primera instancia los deben atender estos casos dentro de los centros educativos.