En la actualidad existe un amplio reclamo popular hacia actividades físico-deportivas, con condiciones extremas en términos de duración y clima. Tales como, el montañismo, atletismo o ciclismo de fondo o ultra fondo que pueden llegar a comprometer el equilibrio hidroelectrolítico del organismo, pudiendo reducir así, críticamente la cantidad de minerales en sangre y con ello el correcto funcionamiento del organismo.
Como menciono anteriormente, se puede llegar a un estado de deshidratación fácilmente lo cual conlleva a disminuir el rendimiento deportivo en actividades que se realizan con un alto estrés térmico, es decir, calor y alta humedad relativa o frío extremo
Tener en cuenta los factores que puedan influenciar en la termorregulación del organismo, es importante para su prevención y evitar posibles problemas durante la actividad física:
1) La aclimatación al frío o al calor en cuestión.
2) Capacidad Física.
3) Peso y composición corporal.
4) Estado de hidratación del individuo.
Así que algunas de las recomendaciones generales sobre la reposición hídrica señalan que;
En una Persona Adulta Sedentaria: Se considera adecuada la ingesta de 2 litros/día (8 vasos al día)
En una Persona Adulta Físicamente Activa: Se recomienda, 3 litros (12 vasos al día)
Vale recalcar que son recomendaciones generales, ya que para atletas de alto rendimiento, se deben de realizar lo que se denomina, Protocolos de Hidratación los cuales se llevan a cabo; antes de la competencia, durante la misma y al finalizar esta.
Por ende la importancia de buscar a un especialista en nutrición para una mejor orientación sobre el tema, y así pueda personalizar tanto su plan de alimentación como de hidración.
