

Elsy Bonilla | reservations@coatitours.com
Si hacemos una analogía del turismo y el arcoíris, encontramos muchas características en común y siguiendo el patrón, me gustaría tomar como base los 7 colores para realizar una breve síntesis de lo que representa el turismo en Costa Rica y lo positivos que estamos para iniciar el 2021.
Justamente esa diversidad es la que encontramos en un territorio de 52, 000 kilómetros cuadrados con alturas que alcanzan hasta los 3,800 metros sobre el nivel del mar, una gran diversidad de microclimas. De igual manera diversa y colorida es la oferta natural que ofrece Costa Rica como país, variedad de frutas, de aves, de flora, fauna y de gastronomía que se ofrece a los visitantes.
Iniciemos con el color rojo. La pasión que caracteriza a los embajadores del turismo a lo largo y ancho en nuestro país, ese corazón que irradia sangre roja por nuestras venas y el esfuerzo que se hace por seguir sirviendo con entrega y coraje para dar el servicio y excelencia que los caracteriza. El rojo fuerte del batido de fresa en el desayuno, de los tomates en la ensalada y la deliciosa sandía para refrescar del sol en la playa.
Continuando con la paleta de colores, encontramos el amarillo. Lo vemos en cada sol al amanecer, en el brillo de los ojos de los y las guías de turismo, cuando el visitante les pregunta cosas tan particulares como, ¿dónde pueden ver y escuchar la pájaro campana (Procnias nudicollis)? ¿O por qué esa fruta tan exótica que parece tener envoltura de regalo, tiene ese sabor tan especial? Me refiero a la uchuva ( phylasis peruviana) y que me dicen del amarillo radiante, en el pecho de la oropéndola Montezuma, ( Psarocolius montezuma)que es inevitable pasar desapercibido al volar sobre nuestras cabezas.
El Anaranjado refleja la luz, como los celajes que vemos en las tardes de verano, que tiñen el cielo, colores vivos en los arrecifes del Parque Nacional Cahuita, mezcla en el plumaje de las lapas rojas (ara macao), roja, amarillo y azul. El color verde, nos representa por excelencia, significa sostenibilidad, protección del medio ambiente, parches verdes de bosque lluvioso, el verde que invade los senderos de los parques nacionales. Azul celeste, del cielo hermoso que nos cobija, de los ríos que corren bajo el arcoíris, azul marino o añil, extenso color que observamos en los océanos pacífico y atlántico que bordean nuestra tierra y finalmente el violeta o morado, exhibido en el plumaje de aves como el colibrí violeta alas de sable, (Campylopterus hemileucurus.
Y si pensamos en lo diverso que son las costumbres, cultura, idiomas de los turistas que visitan nuestro país y que se convergen con los nuestros, con los locales, en una conversación amena al calor de una fogata, en una colorida y alegre desfile al ritmo de comparsas como lo son los carnavales de Limón, en la degustación de unas tamales acompañados de un aromático café chorreado, cuando llegamos a un mercado y los colores saltan a la vista, y que tal si te adentran al mar y llegan al fondo para ver su inmensidad y variedad de formas y colores.
Gracias al turismo por ser un arcoíris en la vida de muchos ticos y ticas, porque, así como nacen y regresan a la orilla del río, los turistas van y vienen para visitar las bellezas de nuestro país.
Las personas vamos paso a paso en busca de la olla de felicidad al final del arcoíris, que para muchos ya la encontraron, con tener buena salud, con tener una familia que los apoya, lo encontraron al experimentar la solidaridad durante los momentos difíciles, al dar las gracias a Dios por cada día vivido. De igual manera nos dice la historia que el turismo en Costa Rica, representa la gallina de los huevos de oro. Para el conductor del microbús, para el guía turístico, para el tour operador, para el dueño o la dueña del hotel, para el vendedor de flores, fresas, para la señora de la Soda, es el placer de entender esos gustos, esos deseos y poder transmitir y devolver ese sentimiento de lo logré, lo pude experimentar, lo probé y me encantó, valió la pena.

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