¡Salud! Un abrazo solidario en aniversario colegas de turismo

Elsy Bonilla
reservations@coatitours.com

Con lágrimas en mis ojos, escribo este artículo, porque son muchos los sentimientos que llegan a mi alma, primero de gratitud con Dios por permitirnos estar aquí, darnos la oportunidad de aprender tanto, por la salud, por el trabajo y tantas bendiciones recibidas, también hay sentimientos de tristeza por las personas que ya no están, los que ya se nos adelantaron, por los emprendimientos cerrados y sentimientos de alegría también por las nuevas amistades, clientes nacionales, por las nuevas alianzas, por los turistas que están regresando y por los nuevas proyectos que se inician.

Si bien es cierto, antes del 6 de marzo del 2020, cuando se anuncia el primer caso positivo de Covid 19 en nuestro país, nadie tenía idea de cuánto iba a durar, ni de qué tan afectados íbamos a estar, o que tanto era verdad o mentira, que tan pronto nos convertiríamos en desocupados de nuestros quehaceres y la gran mayoría tuvimos que guardar microbuses, telescopios, uniformes y empezar a ver como generamos de una manera diferente los ingresos en nuestras familias. Aquí nuevamente se humedecen mis ojos, porque siento como Dios nos sostiene en la palma de su mano, como nos susurra “todo vas a estar bien”, como nos manifiesta su amor y misericordia a través de familiares, vecinos, amigos, clientes, que muestran solidaridad y empatía.

Para el 18 de marzo, se declara oficialmente cierre de fronteras en Costa Rica, la incertidumbre invade el corazón de mujeres y hombres, de colaboradores y propietarios, de pequeñas y medianas empresas que no tenemos idea de cuánto más debemos esperar. Sé que sector turismo no fuimos los únicos afectados, sin embargo, me refiero a ellos porque es nuestro quehacer día a día. Fue en agosto que se anuncia la apertura de los aeropuertos internacionales nuevamente, siendo 5 meses que impactaron a nivel económico, social, psicológico directa e indirectamente a muchas familias costarricenses, podría asegurar que para el mes de diciembre del 2020, fue clave para tomar decisiones fuertes, los que lograron llegar aquí vieron una luz con la llegada de los primeros turistas y para otros colegas fue el momento de reunir a la familia y tomar las decisiones más difíciles después de siete, quince, veinte y hasta treinta años de operación.

Bueno y ¿qué paso durante estos 12 meses?

En lo que al sector turismo respecta, en los primeros meses el gobierno empieza a girar instrucciones en temas de asistencia inmediata como el Bono Proteger, entrega de diarios canalizados a través de la Comisión Nacional de Emergencia(CNE), después de 7 meses, aproximadamente, se forman mesas de trabajo, interdisciplinarias donde participa sector público y privado, sin embargo todas esos esfuerzos son paliativos y como lo dice un colega, para sacar agua del bote, mientras alcanzamos el salvavidas.

Ahora bien, ¿qué paso en realidad? Bueno que la mayoría de asistencias fueron escasas para los más afectados, para los y las empresarias pymes, a quiénes los bancos y financieras siguen acumulando y readecuando las deudas por los préstamos de su capital de trabajo, para los choferes, para las madres jefas de hogar que tenían su fabricación y venta de artesanías, una soda, o bien son guías freelance (independiente), donde la ausencia de un patrono las dejo desprotegidas.

Según datos emitidos por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), la visitación de turistas extranjeros que ingresan por las vías aéreas en el 2020 cayó un 68% con respecto al 2019. (Periódico La Nación 13 enero 2021)

La buena noticia es que a nivel internacional Costa Rica, sigue dando ejemplo del buen manejo de la situación como país y gracias a los esfuerzos hechos desde hace décadas al proteger grandes porciones de bosques, como Refugios de Vida Silvestre y Parques Nacionales, eso se traduce en ser uno de los principales países en América, en la mira de los turistas cansados de un encierro, ansiones de respirar aire puro, nómadas digitales y turismo de bienestar son un par de nichos que serán de gran valor para reiniciar operaciones y empezar a crecer nuevamente de manera sostenible con el ambiente, las personas están ansiosas de conectar con el bosque, dormir en una hamaca a la orilla de un río, escuchando el estridulo de las chicharras o cigarras (cicada orni), o tomar la siesta después de una reunión virtual, arrullado por canto del tucán, desconectar de la velocidad insaciable y tomar una hora del día, para recorrer la playa descalzo con los primeros rayos del sol para ver el milagro del nacimiento de las tortugas.

¡Así que salud colegas! Mi abrazo solidario y vibras positivas, a un año de un acontecimiento que para el sector turismo, marca un antes y un después y de hecho parte de las muchas novedades que nos deja es mi lema que construí en uno de los tantos talleres-cursos aprovechados durante este tiempo y que me gustaría compartir con todos ustedes, dice así: “persevera, agradece y confía”.

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