El hecho sucedido, en el que una persona adolescente por parte de un niño pequeño que accionó un arma de fuego, puso a las autoridades del PANI a reflexionar sobre las responsabilidades que deben tener los adultos de proteger a las personas menores de edad, de peligros como este.
“La curiosidad y la impulsividad son características naturales de los niños, niñas y adolescentes. Por esta razón ellos requieren la protección de las personas adultas para procurar que su desarrollo sea libre de accidentes o imprevistos que lesionen su integridad física o emocional” indicó la Licda. Laura Chinchilla Miranda del Centro de Cultura de Derechos de la Niñez y la Adolescencia del PANI.
Según un comunicado del PANI, los padres tienen la responsabilidad de velar por el desarrollo físico y mental sano de sus hijos menores de edad, y de no cumplirlo pueden ser denunciados y objetos de sanciones administrativas y judiciales, pudiendo inclusive ser condenados a penas de prisión según la gravedad del caso.