Los ganadores siempre ven una solución en cada problema, se dejan de excusas y de inventar más problemas en vez de soluciones.
Cuando hablamos con una persona con espíritu ganador notamos que siempre hace sencillas las cosas difíciles y que ve en la crisis una oportunidad de crecimiento.
En su boca no encontraremos palabras negativas o de desanimo, la prudencia y el amor por los demás son algunas de sus características, siempre ve en el nuevo día una oportunidad de trascender, conociendo sus limitaciones pero siempre sabiendo que puede, porque DIOS lo sostiene, un ganador se despoja de sí mismo para que DIOS tome el control de su vida y cuando tiene un proyecto dice: lo puedo hacer hoy antes que sea demasiado tarde y encuentra en su familia un estimulo de superación.
Debemos convertirnos en ganadores, dejar la duda y todo aquello que nos impida ser personas ganadoras, personas realizadas y aunque no libres de problemas, felices porque tenemos soluciones, la decisión es solamente suya e inicia cuando nos entregamos por completo a DIOS, si ese DIOS que estuvo con Josué en cada batalla de conquista, ese DIOS que ungió a David para que fuese rey, ese DIOS que entrego a su hijo Jesús para el perdón de los pecados del mundo, sí, ese mismo DIOS es el que quiere que seas feliz, que seas un ganador y está dispuesto a ir contigo para logres llegar a la meta.
En estas fechas, toma un tiempo para reflexionar sobre tu vida y si verdaderamente quieres ser un ganador, es el momento de dar el primer paso, Dios se encargara del resto.
Feliz navidad y prospero año nuevo
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