
Ventajas y desventajas | Tercera parte.
Francisco Guido Cruz | Sociólogo | franciscoguido@gmail.com

OPINIÓN | En el artículo anterior (segunda parte) comentábamos sobre la situación de los proveedores y encadenamientos ofrecidos por extranjeros y nacionales. Ahí decíamos que, ante la posible brecha tecnológica entre empresas extranjeras y nacionales, estas últimas tenían dificultades para competir en igualdad de condiciones.
Por este motivo, los mayores beneficios que podrían tener las empresas de capital nacional no están asegurados mientras no se les ofrezca una formación y capacitación tecnológica que las pongan al nivel de la demanda de las transnacionales. Por ahora, el mayor aporte de las nacionales se da en servicios de mantenimiento, limpieza y electricidad.
En todo caso, generalmente las empresas transnacionales, en su mayoría, traen sus propios equipos humanos de alta gestión, quienes ya vienen con el conocimiento y la experiencia necesarios para integrarse de inmediato, además de que se ahorran los costos de capacitación a los nacionales.
Con las propuestas de impulsar la IED fuera de la GAM, principalmente en territorios costeros y fronterizos, el reto para las empresas nacionales (de lograrse alguna IED en estos territorios) es todavía mayor, por la formación misma de su población y su acceso a las TICs. Pero el esfuerzo se debe realizar, pues de no hacerlo, la oferta del talento humano calificado actual, posiblemente solo alcance para la demanda que se dé en la GAM y sus cantones periféricos.
Para mejorar las condiciones de las empresas nacionales, debe existir una política pública más robusta, donde a instituciones como el INA y otras para la formación y capacitación técnica, se les ofrezcan mejores condiciones aún, si se quiere responder a la creciente demanda de este tipo de talento humano nacional.
Aunado a ello, una de las prioridades nacionales es realizar coordinaciones y articulaciones entre toda la institucionalidad pública, privada y académica, de manera que ayuden a reducir o cerrar esa brecha tecnológica que pueda existir en las empresas nacionales proveedoras, de encadenamientos y de cadenas globales de valor.

También el esfuerzo debe encaminarse hacia una mejor productividad y un mejor clima de inversión, donde además de la triada CINDE, COMEX Y PROCOMER, se fortalezca la otra triada entre el SECTOR PRIVADO, EL SECTOR PÚBLICO Y LA ACADEMIA, de tal forma que se logre esa necesaria articulación dinámica para avanzar y adaptarse a las actuales mega tendencias tecnológicas y a la disrupción digital. También se deben lograr grandes acuerdos con todos los sectores de la economía, pensando en una reactivación y transformación de su modelo de desarrollo, el cual debe ser orientado hacia un modelo de desarrollo humano sostenible, donde la IED sea solo un componente que aumente el crecimiento económico como condición necesaria para ese Desarrollo Humano sostenible, y de esta manera, la IED no se convierta en una especie de configuradora de un modelo impuesto.
Con lo anterior, se trataría de prever situaciones como una queja reciente de la experiencia española con la IED, donde la situación ha sido que “Con la IED como motor de crecimiento económico y generador de riqueza y empleo, ya hay sobradas evidencias de que los beneficios de ese modelo solo recaen en los propietarios de las grandes empresas y fondos de inversión”.
También se advierte sobre otras situaciones que se deben prever, tales como:
– Si la propiedad de empresas en manos extranjeras crece demasiado, puede producirse un proceso de descapitalización.
– Se puede crear una competencia dañina para las empresas nacionales.
– Puede generar que las multinacionales lleguen a dominar el mercado nacional.
– De no tomar estas previsiones mínimas, la empresa extrajera se puede transformar en una “isla” al interior del país receptor, sin beneficios transferidos a la economía local, más allá del empleo y la transferencia de conocimiento.
Así, el esfuerzo de toda la institucionalidad pública y privada debe inscribirse en la concepción de un Modelo de Desarrollo Sostenible con un Plan Nacional de Desarrollo a largo plazo dentro de un proyecto país.
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