Fabiola Mora Palma
Colaboradora
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Entre frutas, verduras y flores, Olger Villegas se paseaba por la feria de San Ramón, donde como buen amigo de todos, hacía algunas compras para visitar a su familia ramonense.
Olger Villegas Cruz, oriundo de San Ramón y nacido el 1934, es un escultor reconocido a nivel nacional e internacional, y ganador, tres veces, del Premio Nacional de Cultura Magón, el cual es el reconocimiento más importante que otorga el Gobierno de Costa Rica por medio del Ministerio de Cultura, a aquellos quienes trascienden en el campo cultural.
Aunque es ramonense, actualmente vive en Heredia, puesto que a muy corta edad, él, sus cuatro hermanos y su madre se marcharon a San José por razones que no quiso traerse al recuerdo.
En San José, estudió para Escultor en la facultad de bellas artes de la Universidad de Costa Rica (UCR), y en dos ocasiones viajó a México, donde se especializó y se terminó de formar.
Aunque su vida de adolecente fue dura económicamente, se convirtió en un escultor reconocido, y se dedicó toda su vida a la enseñanza.
Ser humano. No obstante, Villegas más que un escultor, al que no le guste hablar de sus obras, puesto que según dijo, “Logre el propósito que siempre he perseguido en la vida: ser un buen escultor, yo no digo ser un gran escultor”, ya que prefiere destacar la importancia de la creatividad en la labor, y del externar el ser humano que se lleva por dentro.
A su vez, Villegas destacó como relevante la deshumanización que vive la sociedad actual, esto, porque su perspectiva, parte de que los seres humanos, seres naturales como los mismo animales, viven en una sociedad descomunal donde siempre se busca hacer inferior al otro.
Entre sus tantos análisis, después de un día de feria en San Ramón, Villegas culminó sus relatos en el Museo Regional de San Ramón, diciendo que tiene la esperanza de que “algún día San Ramón se dé cuenta de que existo, para hacer un trabajo que quede en el cantón”.
