Fabiola Mora Palma
Colaboradora
fabiola.soldeoccidente@gmail.com
La posible declaración de patrimonio del Mercado de Palmares, ha desatado polémica entre los inquilinos del Mercado y la Municipalidad.
El objetivo de declaratoria de la Asociación de Inquilinos del Mercado de Palmares, es “rescatar la historia de más de 100 años del Mercado. Los turistas lo que buscan es la identidad de un pueblo y es en un Mercado donde se encuentra esto”, mencionó Roger Fernández, miembro de la Asociación.
Por su parte, el alcalde municipal, Bernal Vargas, comentó que la Municipalidad se opone a la declaratoria patrimonial del inmueble.
Entre sus argumentos esta que el declararlo patrimonio implicaría que para efectos de reparaciones en el inmueble, la Municipalidad deba de tener una autorización del Ministerio de Cultura, “que a veces dura hasta meses o años para intervenir un edificio que es patrimonio”.
La Asociación de inquilinos inició el proceso de solicitud de declaración patrimonial ante el Ministerio de Cultura desde hace un año.
Ante esto, durante una sesión extraordinaria del Centro de Investigación y Conservación de Patrimonio Cultural, efectuada en Palmares el pasado 13 de febrero del presente año; la arquitecta y coordinadora de Estudios para Declaratoria de Patrimonio, Iliana Vives, comentó sobre el análisis que, en su materia, le efectuó al complejo.
El estudio de la Arquitecta fue a nivel histórico, arquitectónico y urbano (categorización que adquiriría el Mercado si es declarado).
Según mencionó, “La rareza está que este es un mercado que no es de capital. Es una excepción que una ciudad emergente tenga un ejemplo de arquitectura moderna, esto lo hace destacable”.
El lema que caracteriza a la arquitectura moderna, es que lo menos es más. Entre tanto Vives rescató, “El inmenso valor de la influencia moderna, tanto formal como infraestructural” en el inmueble.
A nivel urbano, se destacó que el Mercado es un punto de referencia que adjunta la iglesia, Municipalidad, bulevar, hasta bancos y comercios. Desde su punto de vista, “como objeto arquitectónico se debe conservar”.
Por su parte, el año de creación de un inmueble tiene su peso en materia de declaratorias.
En lo que compete al Mercado de Palmares, en el libro: Siglo y medio de identidades Palmareñas, de Carlos A. Abarca, publicado en 1999, menciona en su página 65, que la construcción del Mercado data desde 1911; argumento al que se apega la Asociación para la declaratoria; sin embargo el alcalde afirmó que en realidad fue por el año 1953 que se construyó y que ha sido frecuentemente modificado.
“El patrimonio arquitectónico se da a edificios que datan de tiempos más atrás, no a un edificio que tienen una estructura tan modernista como este”, agregó el funcionario.
La satanización del patrimonio
Las declaraciones de patrimonio, desatan varias dudas, entre estas la “leyenda urbana”, como lo califica Vives, de que a lo que se declara patrimonio no se le puede pegar ni un clavo, lo cual es erróneo.
Ya que un edificio debe de ir respondiendo a las necesidades que vaya adquiriendo, sino no tendríamos la casona de Santa Rosa declarada patrimonio desde 1966 en el decreto de ley 3694.
Como mencionó Vives, “Es cuestión de tener un poco de cuidado y curiosidad, (…) lo importante es que el edificio siga siendo útil y se adapte a la necesidades según las funciones que este asuma”.
Cuando se desea intervenir en un complejo declarado patrimonio, se llena un formulario básico, descargado desde la página del Ministerio de Cultura, se envía a la entidad, y esta responde en un máximo de 10 días.
Además, según mencionó la Arquitecta, el mismo Ministerio da asesoría en arquitectura, ingeniería; asesoría gratuita que más bien facilita el trabajo al propietario de un inmueble declarado patrimonio.
¿Mercado o centro comercial?
¿Acaso la idea de los mercados a perdido su norte? Para el alcalde Vargas, la respuesta es sí, ya que “la idea era abrirle un espacio a los pequeños comerciantes del pueblo (comerciantes, verduleros, artesanos)”, agregó.
Sin embargo, en los mercados municipales ahora se encuentran desde un celular hasta la ropa que lucir en la fiesta del sábado por la noche, no obstante las necesidades de los pueblos cambian con el tiempo, y por consiguiente lo que consumen.
Ante esto, Vargas mencionó, “Yo preferiría una empresa, viendo el mercado como una empresa para el municipio, que le generará muchos recursos. El alquiler que recibe el municipio es muy bajo (…). Los negocios se venden como derecho de llave en muchos millones de colones y el municipio no recibe nada de ese dinero”.
Un informe elaborado en el 2010, por Minor Solórzano, Gerardo Araya, regidores municipales en ese entonces; Luis Antonio Vega y Roger Fernández, inquilinos del mercado; revela los ingresos que percibió el municipio desde el 2010 y que recibiría hasta el 2014.
El pasado año 2012 la Municipalidad recibió anualmente una suma de ¢56.893.443,9; este año recibiría ¢61.402.788,2; y en el 2014 una suma de ¢61.363.067,1 sería percibida por el ayuntamiento.
Este documento (del cual tiene copia este medio), explica el modo de cobro, el cual se establece por metro cuadrado, es decir según el tamaño del negocio. El metro actualmente tiene un valor de ¢4181, entonces si un negocio abarca un espacio de 30 metros, paga mensualmente ¢125.140.
El Alcalde, para el cual el alquiler es bajo, visualiza un Mercado modificado, “generando más locales e inclusive haciendo un segundo piso al mercado”.
Además, Vargas afirmó, que al mercado “se le ha estado metiendo plata, todos los años, en la planta de tratamiento de aguas negras, se ha cambiado el techo, ahora vamos a un cambio del sistema eléctrico, y más bien con lo de patrimonio, estamos muy frenados”, señaló.
La realidad para los inquilinos del mercado es otra, esto porque según mencionó Alexander Cambronero, inquilino y secretario de la Asociación del mercado, “Consta en expedientes, que directrices de mejorar el estado del Mercado no se hacen, como la necesaria instalación eléctrica”.
El porvenir incierto
La última acción de la Asociación, ha sido una carta enviada el pasado 17 de febrero, al ministro de Cultura, Manuel Obregón, con 53 firmas certificadas de inquilinos (hay un total de 55), que están de acuerdo con la declaración de patrimonio del complejo.
Por ahora, la Comisión de Patrimonio del Ministerio de Cultura, manifestó una posición favorable para que se abra el procedimiento de declaratoria, mencionó Adrián Vindas, director del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
Lo que viene, es que el Ministro nombre un órgano director, donde abogados estudien la parte legal del complejo; luego se notifique a las partes para conocer su posición, si no hay objeciones y el órgano director consideró que es viable; pasa nuevamente a la Comisión de Patrimonio, para que rectifique, y el Ministro en último caso es el que decide si procede o no.
En caso de que el inmueble sea declarado patrimonio, el Alcalde con serenidad externó que, “cualquier ciudadano puede hacer una solicitud de declaratoria ante un bien público como lo es el Mercado, pero, si no se declarara, el Mercado cambiaría su apariencia y funcionalidad, convirtiéndose en la empresa, que le generara mayores recursos al ayuntamiento.
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